miércoles, 24 de agosto de 2011

El hogar puede ser el infierno tan temido

151 mujeres asesinadas de las formas más crueles. 151 historias de vida atravesadas por la violencia y truncadas por el asesinato cobarde perpetrado por varones violentos. 86 de estos femicidios se cometieron en el domicilio de la víctima, en su hogar. El hogar que compartía o compartió con el femicida, o un nuevo hogar donde ella intentó construir un nuevo proyecto de vida. 

El término hogar es utilizado con frecuencia por las personas para denominar el lugar donde viven y está estrechamente relacionado con una sensación de seguridad, confort, pertenencia y calma. Muchas son las definiciones que podemos encontrar pero en casi todas se resalta el tema de la seguridad ¿dónde se podría estar mejor que en el propio hogar? Y sin embargo, ese espacio socialmente designado como seguro, se convierte en trampa mortal para una mujer en situación de violencia. El hogar, el lugar indicado por la sociedad para la mujer como ideal donde, vaya ironía, se la designa como reina o ama, en muchos casos resulta confinada por el varón  violento para poder ejercer un mejor control y garantizar su aislamiento. Espacio preservado socialmente como privado, íntimo, donde la violencia se invisibiliza y la hipocresía insiste en no interferir. Se habla de cuestiones de pareja, de sucesos puertas adentro, donde no meterse es una formalidad habitual. Y las frases hechas se agolpan una tras otra: “Algo hará ella para que él la trate así”… “Para que meterse si seguro después se arreglan”…”Mejor no hacer nada porque son asuntos de familia”. La lista podría ser larguísima, la vida de estas mujeres terriblemente corta. Y el hogar ese lugar seguro y protector, pasa a ser un lugar de alto riesgo. Si queremos lograr una sociedad mas igualitaria, es fundamental involucrarnos activamente, comprender que cuando está en peligro la libertad y la seguridad de una mujer que es maltratada, esta situación no es una “cuestión privada”, es un delito que debería ser castigado con el accionar de la justicia y es imprescindible que exista la condena social. Si escuchamos una fuerte pelea en una casa vecina, y nos damos cuenta que hay una mujer que esta siendo maltratada y optamos por “no meternos” con la excusa de que esa mujer es una desconocida, tendríamos que pensar, ¿qué sentiríamos si la mujer maltratada fuera un afecto nuestro, y alguien que escucha la pelea, sólo sube el volumen del televisor para no oír sus gritos? No involucrarnos nos hace cómplices. Tenemos que tomar la decisión de llamar a esa puerta para interrumpir el ataque del que está siendo víctima. Y aunque ella pueda llegar a decirnos “todo está bien” sabrá que hay alguien que sabe lo que esta pasando. Y para el maltratador será una señal que le demostrará que hay otras personas que son testigos de la violencia que él ejerce. Llamar a una puerta para interrumpir una agresión, muchas veces salva una vida, porque al hacerlo estamos impidiendo que el círculo de violencia continúe. Si sabés de alguien en situación de violencia, no te calles, involúcrate Si estás viviendo una relación de violencia, salí, buscá ayuda, la vas a encontrar. Acudí a los organismos oficiales y de la justicia. Acércate a las organizaciones que trabajan esta temática para que te puedan asesorar. Si comenzamos a perder la vergüenza y el miedo, a hablar sobre lo que está sucediendo, a no sentir culpa, a no perdonarlo y justificarlo, comenzaremos a salir de la red de aislamiento en la que él nos tiene atrapadas. Es necesario fortalecernos para encontrar los recursos que nos permitan salir de un vínculo violento. Porque de la violencia se puede salir y el hogar no debería ser el infierno tan temido.   

Por el "Observatorio de Femicidios en Argentina Adriana Marisel Zambrano" Ada Beatriz Rico - DirectoraLic. Silvia  Gabriela Lommi  Psicóloga - Integrante Área de Investigación.
*Informe Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano” Coordinado por La Asociación Civil La Casa del Encuentro. 1 de Enero al 30 de Junio de 2011 se registran 151 Femicidios. www.lacasadelencuentro.org 

Asociación Civil La Casa del Encuentro

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